sábado, 8 de agosto de 2009

Caso Real: Empresas Familiares FARMATODO, Margeris Agüero


En la actualidad este modelo de negocios representa aproximadamente 85 por ciento de las compañías que existen en todo el mundo. En Venezuela, estas empresas están lo suficientemente vinculadas para contar con las herramientas necesarias que les permitan sobreponerse a la situación económica del país. Además cuentan con otros elementos importantes como el hecho de compartir experiencias, tener expectativas similares, diseñar planes a futuro que se enfoquen hacia un mismo norte y un fuerte sentido de pertenencia y de identificación que les permite alcanzar nuevos logros en pro de la organización.
La confianza que existe con aquellas personas que comparten la misma sangre es, en algunos casos, mayor a la que se podría encontrar en un amigo o un socio. En momentos donde se busca invertir en un proyecto, el individuo se enfrenta a un contexto agresivo de competencia y de incertidumbre que puede diluirse con el respaldo físico, económico y hasta sentimental que brinda un familiar. La vinculación afectiva como herramienta en la creación de empresas no se limita a la confianza, sino que abarca a otros elementos como compartir experiencias, tener expectativas similares y planes a futuro que se enfoquen hacia un mismo norte.
Hago énfasis en este rubro de empresas pues este es el caso de una de las reconocidas en el pais con mayor éxito, como lo es Farmatodo, la cual ganó el Premio a la Excelencia 2003 que otorga anualmente Venezuela Competitiva. Ella inició operaciones en el año 1918, con la fundación de la compañía farmacéutica de venta al mayor y detal “Rafael Zubillaga & Cía”, en Barquisimeto estado Lara. Ese mismo año, de la mano de Rafael Zubillaga y J.J. López Morando, se funda en la misma zona la Farmacia Lara, dedicada a la venta de medicinas. El negocio fue creciendo y para 1955, cuando ya estaba en manos de la segunda generación, se concentra en la venta de medicinas al mayor a escala nacional y pasa a llamarse Droguería Lara. Para finales de la década de los setenta, la dirección de la empresa la asume la tercera generación encabezada por Rafael Teodoro Zubillaga –actual presidente de Farmatodo-, quien recién graduado de economista, toma las riendas del negocio de su padre y su abuelo. En 1978 se incorpora su hermano Bernardo Zubillaga, y desde entonces ambos enfrentaron la dirección de la empresa.



En la actualidad, Farmatodo tiene 133 tiendas a escala nacional, distribuidas en 18 estados, para lograr una presencia en 80 por ciento del territorio nacional y funciona con el respaldo de más de 5.000 empleados. Los medios para alcanzar sus logros han sido a lo largo del tiempo, el reforzamiento y modernización de los expendios al detal, reutilización de los locales que ya tenían para convertirlos en farmacias autoservicio, ofrecer medicinas que pudieran venderse sin la prescripción facultativa, incluir productos de cuidado personal, unificar la imagen bajo una misma marca, entre otros. Un Farmatodo representa para el venezolano el sitio ideal para conseguir hasta aquello que no estas buscando, proporcionando un estado de agrado al estar dentro de unos de sus establecimientos, que como lo muestran a través de sus campañas publicitarias, brinda confort y tranquilidad a sus clientes, adicionalmente de encontrar todo aquello que necesites, ya que como ellos mismos lo indican la razón de ser de Farmatodo es satisfacer las necesidades, intereses y conveniencia de sus consumidores, para brindarles una experiencia de compra positiva, ofreciendo soluciones innovadoras a las exigencias de sus clientes.
Farmatodo es ejemplo a seguir para todas aquellas empresas familiares que están naciendo en nuestro país, y las que ya tienen tiempo en el mercado, que con una buena planificación estratégica orientada hacia objetivos bien definidos que se puedan alcanzar a corto, mediano y largo plazo, aunado a la perseverancia y la búsqueda de la mayor satisfacción al cliente, puede conseguir ser exitosa y mantenerte en el mercado, buscando siempre la mejora continua de las actividades llevadas a cabo, y brindando la mayor satisfacción de las necesidades de sus consumidores.
A continuación les dejo con los objetivos estratégicos, enmarcados en cinco metas que han establecido para el siglo XXI, y que nos brindan una visión de la planificación tan efectiva que utilizan, con un personal comprometido y plenamente identificado con dicha organización:
• Mantener la excelencia operativa
• Continuar innovando en sus prácticas comerciales y de relación con las comunidades
• Crecer en Venezuela
• Ser líder en RSE
• Avanzar en su proceso de internacionalización en América Latina.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Caso destacado de la economía venezolana, pero, y tu análisis?
Gracias por tus valiosos aportes.

Mónica dijo...

Sin duda un caso exitoso de marketing, me confieso adicta a esta cadena.. Saludos